Hace tiempo leí este breve texto del teólogo medieval Hugo de San Víctor, una de las mentes más brillantes y lucidas que ha dado la historia. Espero que lo disfruteis y apliqueis sus sabios principios.
"El principio de la disciplina es la humildad [...] y a través de la humildad el lector aprende tres lecciones especialmente importantes: la primera, que no debe despreciar ningún conocimiento o escrito, cualquiera que sea. La segunda, que no se avergonzará de aprender de ningún hombre. La tercera, que cuando él mismo haya alcanzado el conocimiento, no mirará a nadie por encima del hombro. Una vida tranquila es igualmente importante para la disciplina, tanto cuando la tranquilidad es interior, de modo tal que la mente no se distraiga con deseos ilícitos, como cuando es exterior, de modo tal que disponga del tiempo libre y la oportunidad para estudios loables y útiles.
Para la disciplina es especialmente importante saber prescindir de las cosas superfluas. Como dice el dicho, una barriga prominente no puede parir una inteligencia fina. Por último, el mundo entero debe convertirse en territorio extranjero para aquellos que quieran leer con perfección. Dice el Poeta: "No sé debido a a qué dulzura el suelo natal atrae al hombre; y no puede aceptar que deba olvidarlo". El filósofo debe aprender, paso a paso, a abandonarlo.".
Para la disciplina es especialmente importante saber prescindir de las cosas superfluas. Como dice el dicho, una barriga prominente no puede parir una inteligencia fina. Por último, el mundo entero debe convertirse en territorio extranjero para aquellos que quieran leer con perfección. Dice el Poeta: "No sé debido a a qué dulzura el suelo natal atrae al hombre; y no puede aceptar que deba olvidarlo". El filósofo debe aprender, paso a paso, a abandonarlo.".
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