martes, 4 de diciembre de 2012

Aunque nos parezca mentira, en el siglo XVI, periodo que solemos asociar al puritanismo cristiano, artista como Tintoretto pintaron cuadros de una carga erótica que hoy día serían objeto de crítica por las altas instituciones eclesiásticas. Un ejemplo es este cuadro titulado "el origen de la Vía Láctea". Para aquello que no lo sepan, lo de láctea viene de un mito, representado en este cuadro, según el cual el origen del firmamento procede de la leche que la diosa Hera derramó de su pecho cuando despego de su seno a Hércules, al cual había colocado Hermes sobre uno de los senos de Hera, mientras dormía, para que se convirtiera en inmortal. Buena parte de los cuadros eróticos de este periodo fueron destruidas, habituales en esta fase histórica, acabando en las fogatas de Savonarola.
 
 

 

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