El tránsito del mundo pagano al cristianismo en Roma fue lento. Duró cuatro siglos. Un proceso magistralmente descrito por Mumford: "Una por una, las viejas lámparas clásicas se apagaron; una a una, las nuevas bujías de la iglesia se fueron encendiendo". Fijaros en esta imagen: el contraste entre las ruinas de la antigua Roma y los numerosas iglesias que fueron surgiendo en su entorno. ¿Qué semillas floreceran entre las ruinas de nuestra decadente civilización?
No hay comentarios:
Publicar un comentario